El pequeño golpe con el coche

 

El director general de participación ciudadana y derechos humanos, don Mario Herrera y Fernández, graduado en derecho, comprometido en el cambio y que afirma convencido que sí se puede, ha sufrido un pequeño accidente y ha empotrado su ya nunca más flamante BMW contra un pobre pino que tuvo la ocurrencia de no moverse cuando el joven director conducía fuera de la hora permitida en dirección contraria al hospital al que se dirigía con la intención de llevar a un amigo que había sido víctima de sus voraces canes en la nochevieja pasada.

Desde aquí quiero solidarizarme con el despistado mozalbete en tan estresante momento. Imagino cómo debió sentirse al verse en la responsabilidad de tener que llevar a un amigo al servicio de urgencias,  después de haber sido agredido por sus perros en tan destacada noche, por lo que sin duda producto de los nervios, se encaminó en la dirección opuesta al hospital. Me alegra no haber podido encontrar noticia alguna en la que se mencione palabra sobre el estado del herido por agresión canina, quizás algo más desmejorado tras el "pequeño golpe con el coche", que ya es mala suerte y mala manera de comenzar el año. No me extraña que varios compañeros y compañeras de partido y partida se congratulen por el susto que finalmente no fue nada. 

Lo de dejar el coche ocupando parcialmente la calzada tras salir de una curva y no dar parte al 112, para cumplir con un deber obvio, lógico, cívico y solidario, no fuera a ser que otro conductor como él, exento de cumplir el toque de queda o que sencillamente pretendiera llegar a urgencias por el camino contrario, se topara de bruces con el culito de su utilitario, lo achaco igualmente a la tensión del momento. Imaginen la frustración que debe suponer verse con el coche destrozado por un pequeño golpe con la responsabilidad de tener en tus manos un herido por diente de perro y verse en la tesitura de tener que ir andando al centro hospitalario, bajo este frío invernal con el herido al hombro. Se me ponen los pelos como escarpias solo de imaginarme la escena. Cómo debió ser el "accidente doméstico" si el "pequeño golpe con el coche" lucía como en las fotos.

Menos mal que alguien quizás más templado, debió, tal cual estaba en casa, hacerse un moño, llamar un taxi y personarse a recoger a los accidentados. Lo digo porque su asustada compañera Romero no editó el primer tweet a tiempo y algunos hemos alcanzado a leerlo. Ya te decía la Romero, joven garzón, que debisteis haber ido en taxi vosotros también. Por algo sería.

Lo de que salieran de allí cagando melodías no fue para para hacerse un abrigo de piel con la de la señora de Cospedal ni porque hubieran quedado con hora para quemar alguna iglesia o instalar alguna guillotina en plaza pública para igualarnos a Europa, que aunque hace años que lo promulga, creo que aún no lo ha llevado a término. Ni siquiera para evitar un test de alcoholemia. No empiecen el año siendo tan malpensados.



Comentarios

  1. Sofía, muy buena crónica del "accidente". Estos autodenominados "pseudo-intelectuales" piensan que tienen patente de corso para hacer y deshacer lo que mejor les convenga, en tiempo y forma, amparados por la masa disforme de votos que recibieron. Supongo que muchos de sus seguidores se han desencantado, o lo harán en breve, ya que "haz lo que digo y no lo que hago". La cantidad de falacias y diretes (con acritud) que vierten por todos lados, se les está volviendo en contra. Veremos en qué acaba la fiesta. Me gustaría ver el atestado de la Guardia Civil, el original, para saber un poco más de la historia.

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