El IVA de la Montero, (la excajera no, la otra)

Hace unos pocos días y siempre según el relato de nuestra chiquiministra Montero, (la excajera no, la otra), la cruel Unión Europea no permitía que España redujera el IVA de las mascarillas que tenemos todos que comprar y utilizar. Que no es que el gobierno no quiera, sino que los de Europa no nos dejan reducir el 21% que grava la venta de mascarillas en España, a pesar de que otros de nuestros vecinos como Italia, (que además no permite venderlas por encima de 50 céntimos la unidad), Bélgica y Países Bajos lo hayan dejado en un 0,00%, Alemania en un 5%, Francia en un 5,5% y Portugal en un 6%, por poner unos ejemplos. ¡Qué díscolos y desobedientes! Claro, que podemos también fijarnos en los eslovenos que nos superan en un punto y clavan el 22%.

Ahora manifiesta estar trabajando en ello para reducir el precio de aquellas, bien vía IVA, bien vía bajo el precio final y bien está que no se pueda gravar un artículo de primera necesidad y obligatorio uso con el mismo tipo que una botella de vino o un Mustang, artículos de los que está muy bien ser propietario, pero convendrán conmigo que de primera, primera necesidad, pues no son. 


Me juego la mano de escribir, (como va siendo ya habitual), que si hay que elegir entre poner un plato de comida en la mesa o cambiarse la mascarilla cada cuatro horas de uso, la vamos a reutilizar hasta que salga andando por sus propios medios o tenga la suficiente sustancia como para hacer un buen caldo, suceso que tal y como van las cosas no descarto que ocurra en un plazo razonable de tiempo.

Como les parezca, Sra. Montero, (la excajera no, la otra), pero hagan verdaderamente asequibles estos productos que salvan vidas, que ya se han perdido muchas y esto sigue pintando bastante mal. Y póngase en comunicación urgente con su colega Calviño, (el antiguo director de RTVE no, su hija), para que no nos lo compense con una subida en el IVA de los libros, restaurantes, jardinería y no sé qué otras hierbas, arguyendo que no hay que fomentar su consumo y que no son bienes de primera necesidad. Solo le ha faltado decir que es porque solo compran libros los ricos, van a restaurantes los ricos y arreglan sus jardines los ricos. Al resto, con dejarnos la lechuga y el tomate al 4%, yo creo que nos apañábamos la ensalada y en Navidad, como vamos a ser menos a la mesa, podemos hacer un expendio extraordinario y añadir una latita de maíz dulce.

Comentarios

  1. Sofía, como siempre muy acertado tu comentario. Estos chicos no suelen adelantarse a lo que pueda ocurrir, siempre van a remolque de la sociedad, sentido común y los países de nuestro entorno (no sé en qué orden). Estoy de acuerdo contigo que al final pondrán el cascabel a otro gato, que son muy diestros en estos temas, pero no se van a quedar sin esta mordida.

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