Soberbiamente fuera

No me lo esperaba, aunque no quiere decir ni que me importe ni que me alegre. En el pecado va la penitencia y me temo que lo irán viendo con el tiempo.

Ayer pude escuchar a un senil inglés residente en nuestra costa, defender su postura a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. ¿Pues no va el tío y dice que está muy preocupado por la cantidad de inmigrantes que están poblando sus británcias islas? Portland Valderribas como material jetil tiene el pollo. ¿Qué se considerará él que es con respecto a nosotros? ¿Un colono? ¿Un súbdito de su Graciosa Majestad que bendice nuestra retrasada nación con su presencia? ¿Un maestro de buenas costumbres y educancia, (porque lo de educación es mucho más que discutible en una buena parte de los casos), porque como todos ellos, dirá lo que le pasa por el magín creyendo que con ponerle please por delante y thank you por detrás ya gana los derechos necesarios?

Que no, que el glorioso imperio de su majestad ya no es. Y mira que se lo han dicho veces, pero no lo pillan. Así están las cosas, con los vejestorios entonando el Rule Britannia a todo pulmón, en orgiásticos brindis con té, (UK residents) o cerveza (Spain residents), para celebrar uno de sus mayores errores cometidos, una vez más por su inconmensurable ego y su inagotable soberbia. 

Me ha dicho un pajarito que se está produciendo una suerte de reflexión postelectoral. Que un elevado porcentaje de votantes está enterándose hoy de las consecuencias que tiene salir de Europa. Pues haber elegido muerte. Eso se piensa antes de.

Lo siento mucho por el 75% de jóvenes que se querían quedar con nosotros y sus mayores no han tenido la caridad de considerar, no pensando en las generaciones futuras y por las gentes de las grandes ciudades y por las de niveles educativos superiores. Este resultado solo puede decir que, o sois unos vagos y no habéis ido a votar, o la mayor parte de vuestra población no tiene un criterio opinado y válido para hacerlo, por viejos, egoístas o incultos.

Hoy es viernes y hace un tiempo divino. Yo, en mi infinito positivismo, no voy a pensar de momento más que en que con suerte conseguiremos limpiar Magalluf y lugares similares, de gentuza que solo viene a beber hasta caerse de culo, saltar de balcón a balcón y tiro porque mola un montón y que desde bien pipiolos conocen los síntomas de la sífilis mejor que los propios médicos. 

¡Ah! Y espero que al Picardo y a sus secuaces no les quepa ni la menor talla de bigote de gamba por ese lugar donde nunca les ha dado el sol, suponemos..


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