Chicas juegan y ganan

No importa quien gane este año porque la victoria es de las mujeres. Desde 1927, año en que comenzaron a participar en la regata universitaria entre Oxford y Cambridge, por fin mañana y por primera vez, se permite a los equipos de mujeres competir en el mismo trecho de río que los hombres, entre los puentes Putney y Chiswick, compitiendo una hora antes que los equipos masculinos y con la misma retransmisión televisiva que ellos.




La primera regata tuvo lugar en 1833, pero a las mujeres solo les dieron permiso para participar hace ochenta y ocho años. Para obtener dicha licencia, tuvieron que someterse al juicio de unos señores que les hicieron recrear en tierra firme, exactamente los mismos movimientos que harían cuando estuvieran remando en el río, para decidir si aquello sería demasido erótico-festivo y se atentaría contra la muy recta y otrora pero vigente victoriana moral de la pérfida Albión.


Hubo quien también anunció lo evidente pero mal expresado: que las mujeres no tienen condiciones físicas para remar en semejante regata. Ya sabemos que tenemos menos fuerza bruta que los hombres, (aunque hay cada una...), pero eso no nos convierte en físicamente discapacitadas para remar.

Conclusión: venga chicas, os dejamos jugar, pero las dos mil libras de la embarcación y el entrenamiento las ponéis vosotras. La pasta de los sponsors es para los machos. De las mofas de algunos poniéndose medias de red y tacones, mejor ni hablar.



Por fin han cambiado las cosas y será mañana, a las 16:50, una hora antes que los hombres, cuando los equipos femeninos de Oxford y Cambridge compitan en las mismas condiciones que ellos, el mismo trayecto y televisado. Y además patrocinadas. Ya no tienen que aflojar la mosca, que no es poca cosa.


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